miércoles, 31 de agosto de 2011

Los pequeños burgueses - capa negociante


Esta pequeña burguesía es la clase que agrupa a los trabajadores que manejan sus propios negocios, con la salvedad que el dinero que ingresa a sus bolsillos solo alcanza para mantener el negocio y no para obtener una ganancia lo suficientemente alta para cumplir con las expectativas que demanda la sociedad en la que se encuentra inserto.

Cómo se imaginarán, esta clase tiene como principal dificultad el mejorar su negocio para obtener mayores ingresos. En otras palabras, le es dificil convertir el dinero en capital; lo que involucra reinvertir el dinero ganado para mejorar el negocio con el fin de obtener mayores ingresos: ganancia real, no una ficticia que se va en los gastos para que el negocio solo tenga continuidad.

Esta clase para cumplir con sus aspiraciones de llegar a ser burguesía, se someterá a sacrificios como la explotación de sí mismos para incrementar sus ganancias ficticias y convertirlas con el tiempo en ganancias reales. Ya con estas ganancias reales, el dinero le dejará de ser un fin y pasará a ser un medio para alcanzar las expectativas materiales, culturales o simbólicas de la sociedad en la que vive (por ejemplo, comprar una casa, meter a su hijo en un colegio privado con un mayor nivel educativo y asistir a un club de prestigio; respectivamente).

Cuidado! como vemos, en la realidad no todos los miembros de la pequeña burguesía logra convertirse en burguesía. Esto debido a que no todos logran tener la disciplina requerida para autoexplotarse de manera continua. Por otro lado, tampoco hay que olvidar que la lógica económica del pequeño-burgués está en relación intrínseca a su trabajo; si él/ella ha tenido que autoexplotarse por un largo periodo de tiempo para pasar de una ganancia ficticia a una real, este o esta terminará fetichizando el dinero; quiere decir, que seguirá viéndolo como un fin en sí mismo y no como un medio para mejorar su calidad de vida (seguirá trabajando exhaustivamente y sin relajo sin recuperar vínculos amicales y familiares).

Y en su distrito: ¿Hay una pequeña burguesía negociante? ¿Quiénes la conforman?

Nota: En una segunda parte hablaré sobre los pequeños burgueses - capa intelectual.


domingo, 28 de agosto de 2011

Ciro está vivo, me lo dijo un amigo

Ciro está vivo
me lo dijo un amigo
cuando la luna empezaba a caer
está en Chupaca y Chongos con lobos
se queda viendo su propio funeral
en Sibayo lo saben todo
pero es gente muy discreta y no dicen nada
será mejor así, será mejor así?
  Ciro está vivo
eternamente dormido
en un silo de metal
 está vivo
se escribe mails conmigo
cuando la luna empieza a caer
Ollanta Humala también lo sabe
pero Olli es muy discreto y no dice nada
será mejor así
será mejor así?
Ciro está vivo
está chupando vino
cuando la luna empieza a caer
supongo que está en su casa en ojotas
  conversando con todos a la vez
en Sibayo lo saben todos
pero es gente muy discreta y no dicen nada
será mejor así, será mejor así?
  Ciro está vivo
  Ciroes un buen tío
espero que me
invite a tomar.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Reclamar soberanía sobre el cuerpo es declararse anticapitalista



"pero exigiendo soberanía en nuestros cuerpos, como primer territorio que necesita ser liberado de ataduras atávicas y sacudir la dominación heterohegemónica."
 
Parto de la premisa que para tener soberanía sobre nuestros cuerpo y saber como obtnerla, primero debemos de tener conocimiento sobre las ataduras que adolecemos; sino, corremos el riesgo de vacear el contenido del discurso, de la misma manera que la estrategia política puede terminar sin resolver el problema que denuncia.
Partamos de algo conocido, como sabemos hay todo tipo de cuerpos, el cuerpo del estudiante, del trabajador, del oenegeísta, del pequeño empresario, del gran empresario; el cuerpo del niño, el del adolescente, el del joven, el del adulto, el del adulto mayor; así podríamos seguir haciendo todo tipo de tipologías con el afán de capturar todas las variables que explican la construcción social del cuerpo, incluyendo el eje analítico masculinidad y femineidad. Estas variables junto a su eje analítico no están en el aire; están sujetos a un sistema político-económico que a su vez se encuentra atravezado por un discurso hegemónico burgues que tiene por imperativo un mensaje claro sobre cómo es que debe de ser nuestro cuerpo, todo, claro está con la finalidad que el sistema capitalista se reproduzca. Este imperativo es que el cuerpo debe de ser: heterosexual, disciplinado, productivo, pulcro, ordenado y fuerte (cabe subrayar que ese es el imperativo sistémico, pero cada clase, estrato y grupo social va a tener su imperativo particular aunque se ordena y se produce de manera dialéctica entre su grupo y la matriz del imperativo sistémico). Este sistema tiene diferentes órdenes institucionales de los cuales recsataría 2 que a mi entender son claves para la reproducción sistémica: la educación y el mercado.
La educación y el mercado tienen como una de sus instituciones eje a los colegios y las empresas, las cuales tienen la virtud de moldear la corporalidad del sujeto de manera directa según las necesidades del sistema capitalista. A modo de ejemplo, podemos decir que esto se personifica en un profesor que enseña a sus alumnos primero las diferencias entre hombres y mujeres en cursos como educación física, ciencias naturales y eso sin contar las ideas vertidas sobre la disciplina y otros “valores” durante la clase (tesis de Jose Luis Rosales sobre la construcción de genero en las escuelas primarias de primero a segundo de primaria). Por otro lado en el mercado capitalista, tanto el consumo como el proceso de producción, configuran la identidad del sujeto (incluyendo el cuerpo); acotando el punto... según lo que uno consuma se recrea una identidad y el género que a ello conlleva, de la misma manera que en la etapa productiva en la misma actividad laboral, el cuerpo interactúa con los demás, direccionando sus expresiones y gestiones coporales según los requerimientos de la actividad. Nuevamente, parte de estas expresiones y gestiones estarán enmarcadas en el eje masculino-femenino pues cada actividd tiene una balencia bajo la cual tiene que reproducirse.

¿A qué va todo esto? Si nos damos cuenta, los cuerpos más allá de las formas, tienen como fondo la reproducción del sistema capitalista y por ende necesita que la mayoría de los cuerpos contengan los imperativos señalados líneas atrás; es por eso que para reclamar soberanía sobre nuestros cuerpos, desde mi entender, debemos de cancelar los imperativos sistémicos que nos construyen y nos direccionan. En otras palabras, no hay soberanía sobre el cuerpo si además no somo anticapitalistas.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Palabritas a tu ignorancia

Somos la viruta que sale cuando tajas tu lapiz
Somos la basura que botas cuando tu comes
Somos la respuesta ante tu modo de vida
Somos el desperdicio que nunca reciclaste

Ante tu injusticia, te respondo con violencia; ante tu amor de navidad, te respondo sin clemencia. La línea la trazaste el día que me tajaste. Hoy quieres transar, pero yo sigo siendo viruta; déjame decirte que ya no hay marcha atrás.

domingo, 3 de octubre de 2010

El viejo truco

El viejo truco de ser el que uno no es para alejar y así soportar el sopor de no ver lo que está pero uno no quiere admirar por promesas que se dan para así aguantar un presente medido por la proyección del futuro incierto y que en el momento de la verdad, se destruye pues nunca llega a ser lo que debiera actuar.

Ante esto solo queda contemplar su actuar y alejarse por el bien de los demas asi la individualidad se destruya no por las torpezas sino por las intencionalidades que uno le da.

Martir nada, webon tal vez.

jueves, 23 de septiembre de 2010

El barrio en el que crecí

Jugar fulbito los domingos era algo imperdible; un momento eterno en que los fouls, las lisuras, los enfrentamientos, las jodas y el cariño surgían en su propia dinámica. Era mi completa desintoxicación después de una semana cargada de clases en el colegio y de presenciar una segregación total, fruto de aspectos étnicos, económicos y de estatus. Llegar al parque y que te lancen el balón, a su vez que esto amerite una respuesta y sea la silueta que le des lo que marque el prestigio momentaneo lo era todo; y si alguna exclusión había era la del que ese día jugaba mal o no sabía como responder a la chacota. Terminaba el partido y todos regresábamos a ser lo que éramos: personas que querían un momento de diversión para alejar los problemas de casa y los del colegio.


Quizás gran parte de lo que soy lo tiene el amoretti pues fue ahí donde aprendí el valor por el otro, el cariño abnegado hacia un grupo y la adecuada coordinación de respuestas para hacerme valer por mí mismo. Es ahí en donde teníamos que hacer nuestro arco con las piedras de una vieja casa demolida; en ese momento la pista dejaba de ser lo que era; pasaba a ser nuestro territorio al menos por un par de horas... y por supuesto había que defenderlo. Los vecinos nos querían botar pero nosotros seguíamos porfiados, defendiendo lo que habíamos creado y eso nos pertenecía. Luego llegaba serenazgo y nosotros parábamos el balón para que se fueran. Lo cómico del asunto no iba por la complicidad, sino por el hecho de compartir la idea de que viejos a su casa, jóvenes a la calle. No puedo dejar de recordar que aveces bajaban a la cancha los de "demencia", la barra brava de la U de Pueblo Libre. Ellos venían con todo; a quitarnos nuestra cancha, incluyendo nuestras piedras... los insultos empezaban cuando ellos se ponían cerca de la cancha e iniciaban el peloteo entre ellos interrumpiendo nuestra diversión. ¿Kart iba a aguantar eso? un alumno del colegio militar de chorrillos, ¿El Diego? uno de esos bravos que se había quedado huérfano y vivía vendiendo caramelos, ¿San Martín? el hermano de anticucho de Comando Sur, ¿El loco Rafael? el más mechero del colegio Chocano. En fin, muchos amigos que en momentos decisivos debían de luchar por lo que era nuestro: el lugar que forjaba y mantenía nuestra amistad. La primera vez vi cómo se peleaban por defender nuestro territorio; tuve que coger mi primera piedra porque ya a Junior le habían roto la nariz... y lanzarla contra los más temido; imposible olvidar cuando me venían a golpear y Kart en solo 2 patadas se bajaba a Macros (el líder de mecha de "demencia"). Nunca me sentí tan protegido y en ese mismo instante entendí que no solo se trataba de nuestro juego, sino también de defender a los tuyos, cueste lo que cueste.
La joda, el insulto, el foul, el pelotazo, solo despierta a uno, pero la defensa de lo que es de uno, no solo hace que haya audacia, sino un compromiso sincero por lo que uno quiere... es de esta manera que todo lo que uno hacía en ese momento era de uno y en ese instante me sentía libre, déjenme decir que más de unos segundos: son momentos que guardo hasta el día de hoy.

Hoy volvi al barrio, a fumar un cigarro y mirar el amoretti; a lo lejos veía a unos chicos que armaban sus arcos con piedas que encontraban en el parque. La situación fue distinta, ahora solo bastaba con que llegue serenazgo, y que se los cargara. Y así fue, se los llevaron por causar "desorden público". Del PPC el alcalde...

Adios complicidad y destruida por completa la cancha sin los chicos. Adios toda experiencia de sentir por unos segundos duraderos el poder ser libres.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Enajenación

Podré volar lejos
cuando descanse muerto
mi cuerpo y mente
juntos de nuevo
emprederán vuelo hacia el huerto

Podré coger un pedazo de madera
conseguir mi propio consecuente
actuar egoístamente
y a la vez ser tan humano
será sentir que estoy muerto

Podré pensar según mis instrumentos
sin que nadie diga qué utilizar
bah! seré tan egoísta que el pan que yo tenga
no será mío, será de otro
y nadie me dirá callado que no vale el intento

Podré estar en ese huerto
en el que podré leer y cuidar la tierra
ser uno y ser como todos
ser siempre lo que antes que naciera fui
recuperar lo que es mio: sentir mi cuerpo

Podré ser, volar y ser
tener mi fuerza, tener mi tierra
que no sea de nadie, que sea de todos
que mi egoísmo rompa barreras
que solo me quede perecer ante este cruel escarmiento

¡Reclamo mi cuerpo! ¡Reclamo lo que antes dicen que fue mio! Y sí no lo fue, no importa ¡ahora lo quiero! ¡Reclamo mi egoísmo de hacer lo que es mío! ¡Reclamo que mi trabajo sea mío y sea de todos! ¡Reclamo morir para volar que ya estoy muerto!

Que nadie venga a decir que estoy vivo, ya estoy muerto. Necesito mi mente, necesito mi cuerpo: necesito ese amado huerto.